martes, 30 de septiembre de 2014

Presentación

Damas y caballeros, mi propósito con este blog es tratar la belleza, sobre todo la que radica en la oscuridad, la magia oculta tras lo cotidiano, así como diversos fetichismos. Todo encuadrado en el Bdsm, desde el rol de Maestro. Maestro no entendido como tutor de las diferentes prácticas y roles Bdsm, sino en la relación de Maestro y Alumna, instruyendo en la belleza, la oscuridad y las sensaciones.

Para ilustrarlo mejor recurro a un microrrelato que escribí hace tiempo:

SENSACIONES

Desde hace unas semanas me obsesiona la idea de tener una alumna… No me entiendan mal, no me refiero a ser profesor en algún instituto, nada más lejos, sino a la relación existente entre dos personas adultas en la que, dentro de un contexto Bdsm, se crea un vínculo Maestro/Alumna entendido en el más amplio sentido de la palabra.

Considero dicha relación como algo sumamente gratificante para ambos, algo extraordinariamente placentero, tanto a nivel físico como mental. Porque no será sólo la Alumna la que se enriquezca sino también el Maestro, produciéndose en definitiva una retroalimentación.

Descubrir sensaciones, instruir sobre la magia en lo cotidiano, hacer que las esencias accidentales con las que nos topamos en nuestros paseos tomen cuerpo…

Pero si hablamos de cuerpos y esencias, cómo no pensar en la Alumna tumbada completamente desnuda en una mesa a modo de exquisitez culinaria, de delicatessen… Y no me refiero a una fantasía caníbal, eso se lo dejo a personajes como el sibarita Hannibal Lecter o asesinos en serie como Jeffrey Dahmer o Albert Fish, aunque en esos casos la fantasía fuera llevada a cabo.

No, nada de canibalismo, sólo saborear cada parte del cuerpo de la Alumna: los pezones, los muslos, el sexo… Recorrer con nuestros labios y lengua cada centímetro de su piel…

Pero aún diré más y es que tan maravilloso ritual puede afrontarse de dos maneras: deleitándonos con la propia esencia de la Alumna, tras darse un baño con algún gel inodoro, o añadiendo la magia de los perfumes…


Ah… No sé a ustedes pero a mí me está entrando hambre…